De nuevo en el albero...

Después de varios meses en los que prácticamente no he escrito nada, sólo alguna cosilla suelta que me han pedido o alguna carta, la vocación me pide volver a sentarme frente al teclado y dejarme llevar por el ritual que supone escribir. Y a falta de un medio de comunicación que me sirva de soporte, pues que mejor que un blog, en el que no existen presiones ni líneas editoriales que estrangulen la libertad de las palabras...
En principio no me voy a comprometer a escribir con una periodicidad concreta, ni de un tema determinado... Me dejaré llevar por las circunstancias, improvisando y guiándome por aquello que me emociona, me enoja o preocupa. Lo haré con la misma actitud con la que me enfrento a la vida desde que me di cuenta, hace tan sólo unos meses, de que lo importante es vivir, soñar y ser feliz. Disfrutaré de cada texto e intentaré reflejarme en cada uno de ellos.

"Tomando el olivo" era el nombre de mi columna de opinión de los sábados en el periódico en el que trabajé durante seis años, en el que crecí como periodista junto a buenísimos profesionales (mis compañeros de redacción, por supuesto), y en el que pasé momentos excepcionales y también una de las etapas más amargas de mi vida... 
Esta expresión taurina, que también es un guiño a mi tierra jiennense, se refiere al momento en el que un torero, banderillero o cualquiera de los profesionales que interviene en la lidia salta la barrera para refugiarse del toro. También estoy yo dispuesta a lanzarme al albero de las realidades cotidianas para contárselas una vez me recoja en el callejón de las letras...
Suerte y al toro!